
El mar es un refugio, una inspiración y, desde luego, un confesionario natural. Ahora, la playa ya no es para bañistas, es para paseantes que sueñan en medio de las esencias que nos propone la poesía de los paisajes, contemplando horizontes desde el paseo marítimo, dibujando recuerdos y añorando anécdotas. (Fotografías de Consuelo Montolio Paltré)
PAISAJES DE LA MAR — Gorrion de Asfalto